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domingo, 6 de septiembre de 2015

Frida Kahlo, Viva la Vida. Reseña.

Frida Kahlo, Viva la Vida.

Reseña

Desde hace unos cuantos años, se ha venido dando en nuestro Monterrey un auge cultural que viene impulsado de manera independiente por muchos artistas y promotores. Ante la falta del apoyo y atención de las instituciones oficiales creadas para tal fin, ellos no se han quedado cruzados de brazos y a contracorriente, con todas las vicisitudes que esto implica, han logrado abrir espacios, crear ciclos y armar espectáculos. Su entusiasmo termina por contagiar a otros artistas para que se unan al movimiento, teniendo resultados muy buenos y hasta excelentes. Todo esto, a pesar de la falta de los recursos tan necesarios para arrancar, trabajar y promoverse. Los medios como la prensa y la TV sólo están al alcance de las grandes compañías y ni les interesa lo que un escritor o grupo de músicos anda haciendo por su cuenta, por lo que el grueso de la población ni se entera de todas las opciones culturales que en un momento dado podría disfrutar. Muy pocos logran generar una repercusión en la comunidad, lo cual es muy frustrante: Tanto trabajar para que muy pocos se enteren.


Por eso, en medio de esta difícil realidad, es justo y necesario subrayar siempre, los logros conseguidos por un artista o grupo. En esta ocasión, mencionaré el fenómeno en el que se ha convertido el monólogo de Frida Kahlo, la puesta en escena de La Casa Azul Producciones.



Hoy en México, Frida está de moda. Mejor coyuntura no podía suceder y La Casa Azul, la sabe aprovechar. “Frida Kahlo, viva la vida” tuvo su estreno en octubre de 2014 y a la fecha lleva 34 representaciones, tendrá una gira larga al DF y a otros estados de la república. Evidentemente ha sido todo un éxito.



¿Cómo es que un monólogo  sobre  la vida de una pintora mexicana ha tenido esa suerte? No es accidental. En primer lugar, es el resultado del amor al teatro, de la preocupación genuina por ofrecer a la comunidad una alternativa de calidad como éste se merece. Y sin quitar el dedo del renglón en ofrecer diversión inteligente, porque eso es “Frida Kahlo, viva la vida”. Las redes sociales han sido la plataforma básica para su promoción, pero, además, lo principal es que el producto sea bueno, lo que es el caso, y la publicidad de boca en boca no se hizo esperar. El público comenzó a recomendar la obra.

Nuevamente con un texto de Humberto Robles, que es garantía de calidad, pero que no lograría ser apreciado si a esto no le agregamos una buena actuación, dirección y producción, La Casa Azul consigue un hitazo. 

Humberto, con su maestría, consigue humanizar a Kahlo, situándola atinadamente en la celebración de los fieles difuntos, desde donde nos permite empatizar con la Frida histórica, experimentar su dolor, soledad, tristeza, y el coraje por vivir a pesar de todas las adversidades. Toda esta gama de emociones queda bien equilibrada entre muchos momentos para reír de las ocurrencias que a cada rato surgen de la boca del personaje. 

Una gran responsabilidad cae en las manos de la actriz que acepta el papel y Nena Pineda sale bien librada de ello. En la función del viernes, pudimos aplaudirle por partida doble. Interpreta de manera soberbia a la pintora. Los primeros aplausos, bien merecidos por su excelente actuación y los segundos por sus 25 años de trayectoria. Nena puede, sabe y logra, de principio a fin, mantener al público prendido de ella, literalmente encarnando a Frida. Podemos notar un acertado manejo del ritmo, de imágenes en sus ojos, de la frase chusca, hasta transportarnos a esos instantes profundos de dolor que nos sacuden. Dos que tres damas no pudieron contenerse y derramaron algunas lágrimas (y uno que otro caballero). Da gusto ver que en nuestra ciudad contamos con artistas de la talla de Nena Pineda y quienes hemos disfrutado de su trabajo, esperamos contar con una Nena para rato en muchas otras propuestas y por supuesto, darle nuestro apoyo y aplauso.

El buen trabajo se completa con una dirección atinada por parte de Víctor Vazquez, quien sabe lo que hace, le saca todo el provecho al libreto, no descuida detalles: iluminación, música incidental y escenografía complementan de forma perfecta la pieza teatral, por lo que no nos queda más que dar las gracias y coadyuvar, para que el teatro independiente no muera. 



“Frida Kahlo, viva la vida”, se presenta por última vez hoy a las 6:00 en la Sala Guajardo del IMNRC.