Hijas de la mala vida: Teatro Inteligente

"Hijas de la mala vida" nos da buena vida

Si existe una fórmula de éxito para una puesta en escena, ésta la tiene “Hija de la Mala Vida”, trabajo que nos ofrece La Casa Azul Producciones, en la que se conjugan todos los elementos para pasar un rato (poco más de una hora) de risas, sonrisas, carcajadas ¡y llanto! ¡Sí, porque lloras de risa!

Para empezar, tenemos al autor de la obra: Humberto Robles. El mexicano dramaturgo más representado en vida por todo el mundo. Sus obras han sido llevadas a escena en un montón de países de los dos lados del charco. Y no es por casualidad, sino por la forma en que escribe: trata los temas sociales de una forma humana, sentida, solidaria y con un afán de ponernos a reflexionar y aprender. (Lo viví en carne propia. Hace poco participé en otra obra de él: “Nosotros somos los culpables”).

“Hijas de la mala vida”, es un texto de teatro en donde la divertida trama es un pretexto para introducirnos un poco en la vida y obra de Pablo Picasso, específicamente de su cuadro “Las señoritas de Avignon”, en torno al cual gira la historia. Botón de prueba para comprobar que con ingenio se puede hacer teatro muy divertido con temas cultos, en donde el público se ríe pero no a lo menso, sino que aprende.

Agreguemos a la receta del triunfo lo que falta: una compañía de teatro independiente con muchas ganas y talento, cuyo productor, director y actores tienen la experiencia. Hablo de Nena Pineda, Víctor Vazquez y Luis de la Cruz.

Nena Pineda, en el papel de Margot, nos lleva por los caminos del disfrute. Es una actrizota de palabras mayores que al son que le tocan, baila. Y sí que baila. La he visto actuar a lo largo de su carrera y puedo decir que no hay papel que no logré sacar avante de manera digna. Es versátil, natural, toda una experta. Mención especial merece Víctor Vazquez, que, siendo el director, por causas ajenas a su voluntad y control, se aventó el papel de Penélope, la baronesa de alta alcurnia. ¡Y lo consigue de una forma maravillosa! Nunca suelta al personaje ni por un microsegundo y llegamos a creer que es una mujer a quien vemos en el escenario. Ambos, Nena y Víctor, hacen una mancuerna que ensambla perfectamente y se refleja en su trabajo.  Lleno de constantes cambios de tono y atmósfera, cosa que agradecemos al director, ese par nos lleva de la risa al asombro mientras aprendemos algunos pormenores de “Las señoritas de Avignon”. Y atrás de todo esto, casi como un fantasma, está el productor Luis de la Cruz, también actor, que muy atento nos dio la bienvenida y las gracias.

Y claro, super-recomiendo “Hijas de la mala vida”. Se presenta de nuevo hoy a las 6:00 P.M. en la sala Guajardo del Instituto Mexicano Norteamericano de Relaciones Culturales, que se encuentra a un costado de la iglesia La Purísima.
Boleto: $160.00 

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