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jueves, 23 de agosto de 2007

El artículo de Margarito Cuellar


Desde aquí, felicito a mi camarada Margarito Cuellar por su participación en la sección Acentos de Milenio Diario de Monterrey, en donde cada martes, a partir del 21 de agosto, aparecerá un artículo suyo. Linkeo abajo dicho texto para que tengan el gusto de leerlo. Y para aquel que no sepa quién es el Mago, les dejo una pequeña semblanza de él ¡y por si esto fuera poco!... también su foto.

Lo conocí allá en los inicios de los 90's, cuando yo era corrector de estilo del periódico El Informador, que por cierto no sé si ese periodiquillo aún exista. El entró a la editorial como director de la revista Momento y de inmediato me invitó a colaborar como reportero. Mis ojos y mis dedos siempre le estarán agradecidos pues yo, como único corrector en tooooda la redacción, tenía que checar en sólo cuatro horas todas las notas que saldrían en el periódico al día siguiente, en unas computadoras horripilantes, con teclados de teclas endurecidas, monitores con pantallas que se veían tan borrosas que parecía que andaba pedo. Dicho sea de paso, sólo me daban 20 minutos de comida, en serio... ¿Cómo pude soportar tanto negreo y tan paupérrimas condiciones en esa chamba?
Algo que entonces me llamó la atención era que el Mago Cuellar siempre andaba acompañado de un greñudo que lo seguía para todos lados, tipo como hippie destemporalizado, luego supe se llamaba José Eugenio Sánchez, quien junto con Genaro Huacal se quedó a cargo de la redacción de la revista.

Cuando Margarito habló con el patrón (Don Elías López) de mi cambio, le dijo algo así como...

"Sí, llévatelo a la revista, aquí equis, no hace mucha falta".

y yo:

"¿perdóóóón? ¡pero si soy el corrector! ¡El CO-RREC-TOR! O sea. Yo corrijo las notas de su periodiquillo. Una edición sin un corrector, es, la muerte".

Luego Margarito, puso su mano en mi hombro y me consoló con estas palabras, :

"Déjalo. No le guardes rencor, recelo, resentimiento ni odio... no sabe, no sabe lo que tiene".

Y bueno... ¡Me lanzé a la gran aventura como reportero de la revista Momento! ¡¡¡Yupi!! Recuerdo que el ejemplar costaba 2 mil pesos y las oficinas de Monterrey se ubicaban en un caserón allá por la colonia Terminal, que sólo servía para organizar carnes asadas. Ahí el Mago nos daba clases de cómo hacer la salsa asada. ¿O era el Eugenio? Ya ni me acuerdo.

En la revista escribían Zacarías Jimenez, Julio Cesar Mendez, René Rojas Santana, Arnulfo Vigil, entre muchos otros. Luego llegó el proyecto de la SOGEM, de arrancar en Monterrey con la Escuela de Escritores de la Frontera Norte, en donde Margarito se quedó como director y todos nosotros como alumnos, jejeje, pero esa es otra historia. En fin, ¡Qué tiempos aquellos!

Articulo de Margarito en Milenio:
http://www.milenio.com/monterrey/milenio/firma.php?id=544673

Aquí está la semblanza de Margarito, como me la fusile de internet, no encontré una actualizada, pero está es válida a la fecha del 2000 y sólamente en Chile, jejejej

Margarito Cuéllar

Mexicano. Poeta, narrador, periodista. Estudió periodismo en la Universidad Autónoma de Nuevo León. Premio Nacional de Poesía (Zacatecas, México, 1985), Premio Nacional de Poesía (Calkiní, Campeche, México, 1993) y Premio Nacional de Cuento (Campeche, México, 1997). Ha sido beneficiario del Programa de Apoyos y Coinversiones del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México y becario del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes de Nuevo León en el área de poesía. Beneficiario del Programa de Intercambio de Residencias Artísticas México-Colombia. Es editor de la revista Ciencia UANL. Sus libros más recientes son Cuaderno para celebrar (Universidad Autónoma de Sinaloa/ FONCA, 2000) y Plegaria de los ciegos caminantes (Universidad Nacional de Colombia, 2000). Ha traducido textos de Manuel Bandeira, Carlos Drummond de Andrade, Murilo Mendes, Thiago de Mello, Cecília Meireles, Vinicius de Moraes.

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